FICHA
DEL LIBRO
Ed.
BAC (2014), Estudios y ensayos (EE0167)
ISBN: 978-84-220-1756-1
Obra
de gran actualidad, editada en España en 2014 por la BAC, sobre un
tema, para qué engañarnos, del que no se habla mucho: la acedia.
Sobre
este asunto virtualmente ignoto para los modernos
trata este breve y brillante ensayo de investigación. Ensayo cuyo
discurso en torno al concepto inmediatamente referido merece la más
seria consideración, puesto que en nuestros días ha pasado a perder
cualquier significación: la acedia,
por así decir, no cuenta ya como problema espiritual en la
existencia del cristiano (y ni siquiera figura como mero concepto en
el grueso de los diccionarios manuales más completos).
Dom
Jean-Charles Nault
(1970), padre abad de Saint-Wandrille desde 2009, es el autor del
opúsculo, ejemplar destilación y resumen de su tesis doctoral, La
Saveur de Dieu (2005),
que le hizo acreedor en su día del Premio Henri de Lubac.
Nault,
prosista sin mano artística perceptible (a juzgar al menos por la
dinámica traducción de Julián Presa Prieto), no pretende en este
ensayo sino poner en claro al lector no iniciado la realidad de un
mal del que casi nadie nada sabe: ese mal demoníaco es la acedia,
que como el título reza guarda una inequívoca relación con el
llamado "demonio del mediodía", en tanto hace su aparición
en las horas más intensas y luminosas del día (frente al lugar
común que suele vincular los demonios con la noche). La acedia es
ante todo un estado del espíritu, que si de ordinario se suele
vincular con la pereza, el hastío, la apatía, el desánimo, la
desesperanza, excede con mucho estos conceptos para abismarse de
lleno en los más quebradizos terrenos metafísicos; en palabras del
autor:
"La
acedia está en el origen de la desesperación de nuestros
contemporáneos, que consideran que sería mejor no existir: en
verdad, ella es ese pecado contra el Espíritu Santo, por el que nos
negamos a acoger el Amor y el perdón" (p.
80).
La
acedia, pues, permanece activa: el gran grueso de la modernidad no
apóstata vive de algún modo inmersa bajo los devastadores efectos
de su brutal tiranía: la epidemia nihilista que asola Occidente, el
relativismo consiguiente, el ateísmo bruto que todo lo pudre y
anula, es la más evidente muestra del actual vigor del que ésta
goza; un vigor negativo que ha ido infiltrándose lenta pero
imparablemente en la Catolicidad a través de la implantación del
Novus
Ordo.
Nault,
consciente de la dimensión histórica del problema, no olvida
desarrollar en su libro una notable historia del concepto (y su
consiguiente evolución a través de los tiempos); de los cuatro
capítulos y la conclusión que conforman el contenido de éste, el
autor dedica los dos primeros a presentar la historia de la acedia
(akèdia)
en el pensamiento de diversos autores; así, el primer capítulo se
centra en la figura de Evagrio
Póntico
(y los Padres del desierto), mientras que el segundo hace lo propio
con Santo
Tomás de Aquino.
Los dos capítulos finales no harán sino trasladar la realidad de
dicho concepto al mundo actual, articulando el discurso desde
presupuestos más prácticos.
Por
lo demás, la obra es combativa: denuncia los errores en que
incurrimos al tiempo que apunta remedios para aplacarlos. Su otro
gran mérito estriba en haber devuelto a la olvidada acedia la
actualidad que sin duda merece. Y si al católico (sea o no
tradicionalista) le queda alguna duda, nosotros le remitimos al rezo
diario del Santo Rosario (a ser posible los quince misterios
clásicos), para así disipar la tiniebla.
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