Borja Cardelús analiza su libro La Civilización Hispánica, el encuentro de dos mundos



 Borja Cardelús y Muñoz-Seca, persona polifacética dentro del mundo de la ciencia y la cultura, estudió en el prestigioso Colegio de Nuestra Señora del Pilar de Madrid. Se licenció en Derecho y en Ciencias Económicas, e ingresó por oposición en el Cuerpo Técnico de la Administración Civil del Estado, siendo destinado a Presidencia del Gobierno.



Ha sido delegado del Gobierno español en el Centro Internacional de Formación en Ciencias ambientales, vicepresidente del comité MAB español (Man and Biosphere) de la UNESCO, secretario de Estado de Medio Ambiente durante el Ejecutivo de José María Aznar y miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), entre otros cargos.
Atesora una larga trayectoria como escritor y director de documentales para televisión. Siendo una de sus grandes especialidades la divulgación de la Naturaleza y el Medio Ambiente ha cultivado, entre otras muchas facetas, la historia de España. En esta ocasión nos habla de su libro La Civilización Hispánica, el encuentro de dos mundos.


¿Por qué un libro sobre la civilización hispana?

Porque a estas alturas, 500 años después de la creación de toda una Civilización que engloba a casi 600 millones de personas, no existe libro alguno que explique y desarrolle todo lo que esa civilización contiene. Esto resulta extraordinario, y ya era tiempo de que un libro contemplara de modo integral cuáles son las claves e ingredientes de nuestra civilización.

¿Qué dos mundos se encuentran?

Se encuentra el mundo culto y más desarrollado de Europa, con el muy primitivo de América, pues aunque culturas como la azteca o la inca habían hecho avances en temas como la agricultura o la astronomía, tecnológicamente estaban muy atrasados. Desconocían cosas como la rueda o la pólvora, los incas no conocían la escritura, y sociológicamente mantenían tiranías teocráticas sumamente crueles con los súbditos, llegando hasta los sacrificios humanos, algo impensable ya en Europa.

España más que construir un Imperio construye una civilización.

España no construye un Imperio, puesto que esta no es su intención. Su empeño principal fue extender la religión a los indios, incorporarlos a la cultura occidental y formar con ellos una nueva sociedad híbrida, mestiza. Los objetivos políticos y económicos eran secundarios, aunque también se produjeron, pero nunca con la crudeza con la que otras naciones europeas crearon sus imperios, como Inglaterra u Holanda, guiadas solo por intereses mercantiles.

¿Por qué la Civilización Hispánica es más importante aún que el Imperio romano?

Porque este extendió la lengua, sus estructuras, técnicas, caminos… pero no logró lo que hizo España: crear una nueva sociedad mestiza a partir de la mezcla de razas. Roma carecía de efectivos humanos para hacer algo así. España, además de extender el Imperio romano a América, de “romanizar” América, se fusiona con los nativos y crea esa nueva sociedad mestiza.

¿Cuando empezamos a hablar de civilización numéricamente hablando?

500 millones es lo mínimo requerido para hablar de una civilización. Por eso Francia no crea una civilización, sino solo una cultura. Únicamente la anglosajona es en el mundo occidental otra civilización, pero esta no surge de una fusión como en el caso de España, sino de un mero trasvase de gentes a otras partes. Los anglosajones viajaron con sus familias, los españoles las crearon en el Nuevo Mundo.

¿Qué características tiene la civilización hispana tanto a nivel espiritual como material?

Una misma lengua, y también religión, costumbres, carácter, manera de ser, filosofía de vida, sentido familiar, facilidad de comunicación de unos con otros… todos los ingredientes inmateriales de una civilización.
Y en lo material, la Civilización Hispánica es muy rica y singular: el manejo del ganado a caballo, que procede de las Marismas del Guadalquivir; la ciudad hispana, con forma reticular y la plaza mayor en el centro como punto neurálgico; la arquitectura, con esa profusión de templos e iglesias tan característica del mundo hispano; el intercambio alimenticio, con algunos como la patata y el maíz esenciales para el devenir de la humanidad; las fiestas y la afición a ellas.

Háblenos de la Leyenda Negra y sus razones principales.

La Leyenda Negra es una creación interesada de las naciones rivales en su día de España, que pretendieron y consiguieron socavar la obra de España, la hispanidad, por tres razones: políticas, económicas y religiosas. Y les ha servido no solo para desacreditar a España, sino para quebrar la unidad del mundo hispánico, presentando unos cimientos genocidas que son por completo falsos, pero que se hallan acuñados en todo el mundo, incluido el hispánico. Apenas se sabe por el público que la mortandad inicial indígena fue debida a los virus europeos. De ahí que desmontar la Leyenda Negra y mostrar la verdad sea esencial para recomponer el edificio de la hispanidad, que se halla plagada de valores.
España frenó el luteranismo, que se hubiera apoderado de toda Europa, y luego extendió el catolicismo en América, que vino a compensar su disminución en Europa. De no ser por España, el catolicismo sería hoy una mera anécdota en el mundo. España, en efecto, convierte al catolicismo en universal.

¿Cuál fue una de las principales aportaciones de España a la humanidad?

Es la supervivencia de las razas indias. Cuando llega España a América hay 13 millones de indios. Cuando la abandona, hay 14 millones. Por más que la Leyenda Negra diga lo contrario, la prueba es evidente e incontestable: donde estuvo España se salvaron los indios. Donde estuvo Inglaterra, se extinguieron por completo.
Las Leyes de Indias, inspiradas en los orígenes por la reina Isabel y por Carlos V, fueron protectoras a ultranza del nativo. Declaraban su libertad, su dignidad, los declaraba vasallos, aseguraba sus tierras y sus aguas, obligaban a que se les hiciera justicia, ordenaban su capacitación profesional… El coste de todo esto para España en vidas de mártires, de recursos, de construcción de templos y misiones fue ingente, pero a la larga España logró salvar a las razas indias e incorporarlas a la cultura occidental.

¿Quiere añadir algo para finalizar?

Solo añadir que actualmente se produce en el continente americano, incluidos los Estados Unidos, una fuerte corriente indigenista contra España y su labor histórica. Pues bien, deben saber esos descendientes de los indígenas que vivieron en los siglos XVI a XVIII, que están vivos gracias a la labor protectora del indio llevada a cabo por España, que logró la supervivencia de sus ancestros. Y que donde no quedan indígenas, como en el Este de los Estados Unidos, no hay nadie que pueda protestar, porque Inglaterra extinguió a los nativos.

Javier Navascués Pérez

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