El Premio Meninas de Aragón, galardón creado para reconocer la labor de instituciones y particulares en la erradicación de la violencia contra la mujer, se ha concedido al Instituto Aragonés de la Mujer.
La delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez, se ha comprometido a promover "todo tipo de acciones para poner cerco a los hombres que asesinan a las mujeres" y ha advertido de que la violencia machista es "el rostro más terrible de la desigualdad entre hombres y mujeres". También ha dicho que "desde la era de las cavernas hasta nuestros días las mujeres no lo hemos tenido fácil" haciendo notar que el Instituto Aragonés de la Mujer es "un referente" para las mujeres aragonesas en materia de igualdad y ha sido "decisivo" en la lucha contra la violencia machista.
En resumen, que las mujeres aragonesas ya pueden estar tranquilas porque la actuación "decisiva" del Instituto contra la violencia machista debe querer decir que han acabado para siempre con ella, a pesar de que haya que "poner cerco" a los hombres que asesinan a las mujeres (¿y a los o las que asesinan a hombres?), con lo que no se si pueden estar tranquilas en definitiva.
Vaya, que todo sigue más o menos igual (pero han cenado bien ¿eh?). Desgraciadamente seguirá habiendo violencia en los hogares, en las parejas. Mientras no haya una educación moral, ética, con valores como los que propugna por ejemplo la Iglesia Católica de amor al prójimo, de fidelidad conyugal, de respeto no cambiará la Sociedad, no habrá normas de conducta que pueda aceptar la ciudadanía para no hacer lo que se está vendiendo desde todas las instancias mediáticas y políticas: eres libre, te hemos hecho libre, puedes hacer lo que quieras, nadie tiene derecho a coartar tu libertad, ... Como dijo D. Juan Vazquez de Mella, "tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias", a jooo... y agua.
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