Errejón o cómo controlar a una sociedad a costa del dinero de esa sociedad


Reproducimos este artículo de Navarra Confidencial por su enorme interés


 En estos días en que Iñigo Errejón es noticia, conviene recordar algunas de las cosas que ha ido diciendo Errejón a lo largo de estos años. Dicen que Errejón era el chico listo de Podemos, lo que no está claro es que pensara diferente de Pablo Iglesias, Monedero, Laura Pérez o el más tonto de Podemos. En este sentido lo que dicen los líderes de Podemos siempre ha sido interesante porque decían lo que pensaban. Quizá alguna cosa se callaban, pero sólo lo que decían ya era bastante para llevarse las manos a la cabeza. En este sentido no cabe hacerse demasiadas ilusiones ya que Iglesias, Errejón, Carmena u Otegui comparten una misma visión de la sociedad y lo público, como elemento de control de la sociedad y como instrumento al servicio, incluso económico, de su particular proyecto ideológico.

El discurso de Errejón que nos ocupa en esta ocasión tuvo lugar en mayo de 2017, en una charla en el Espacio Madrid 129. De la charla interesa un corte concreto en el que Errejón explica la forma en que la izquierda, cuando llega al poder, debe utilizarlo para crear todo tipo de plataformas, asociaciones y chiringuitos (se entiende que financiadas con el dinero de todos, o sería irrelevante estar en el poder para crearlas) mediante los cuales controlar a la sociedad civil, tener una auténtica milicia a su servicio, colocar masivamente a sus simpatizantes y que todo eso lo paguemos el resto de ciudadanos. Podría parecer un resumen exagerado, pero la literalidad de Errejón resulta tumbativa.

De este modo, Errejón propone abiertamente que allá donde ya gobiernan, y en previsión del día en que pierdan las elecciones, “dejar sembradas instituciones populares que resistan, y por cierto donde refugiarse cuando gobierne el adversario”.

¿A qué se refiere Errejón cuando habla de “instituciones populares”? El propio ideólogo podemita lo aclara explicando que “no estoy hablando de grandes construcciones retóricas, hace falta que para cuando se acaben los ayuntamientos del cambio o pierdan elecciones haya asociaciones de vecinos saludables y enraizadas y con poder en cada distrito, hace falta que haya clubes de montaña y agrupaciones juveniles, hace falta que haya más espacios culturales y de auto organización, hace falta que estén enraizadas las casetas populares en todas las fiestas, hace falta que haya asociaciones deportivas coordinadas entre sí”, y naturalmente dice que “hace falta una estructura económica autónoma que vaya a permitir acoger a una buena parte de los cuadros militantes que hoy se están dedicando a los trabajos institucionales”.

En ese sentido, Errejón señala que “Uno de los dramas en Argentina es que, al perder el poder el gobierno nacional y popular y ganar las elecciones el señor Macri, lo que ha pasado es que no hay estructura (dinero) para sostener tanta militancia, y la militancia como todo el mundo sabe no se sostiene sólo del aire”.

Abundando en su discurso, Errejón insiste en la importancia de “conseguir construir en cada espacio, en cada distrito, en cada municipio, las asociaciones, las agrupaciones, las estructuras económicas, los medios de comunicación, los espacios culturales, los espacios juveniles, la estética, los grupos de música, las iniciativas que hagan que afrontemos la tarea de oposición, cuando venga, mucho más fuerte”.

Para que no queden dudas, Errejón remata sus explicaciones señalando que “se trata de haber dejado las políticas públicas, los cambios jurídicos e institucionales y económicos, pero también el tejido asociativo y la construcción de afectos, de épica, de mística, de organización popular, como para que cuando haya que emprender de nuevo la batalla la emprendamos en condiciones de mucha más fuerza y no digo sólo fuerza discursiva o identitaria, estoy poniendo ejemplos muy concretos de fuerza material para emprender la siguiente batalla”.
  
Las palabras de Errejón suponen todo un plan de acción estremecedor por muchas razones.
(pinchar aquí para ver , y escuchar, video)

1- Supone inventarse asociaciones con cualquier excusa (deporte, ecologismo, música, teatro, feminismo, juventud, LGBT, okupas, memoria, euskera…) como tapadera de grupos de acción política y proselitismo afines a la extrema izquierda (o al nacionalismo, porque todo lo que dice Errejón como propósito aquí es una realidad asentada hace tiempo).

2- Supone politizarlo todo, incorporando la política y el punto de vista del que promueve estas asociaciones y grupos en todo aquello que pueda ser objeto del asociacionismo civil, o sea todo.

3- Supone pagar indirectamente a miles y miles de personas por simpatizar con el promotor de esas plataformas, tanto da que pensemos que se paga al que simpatiza como que se paga por simpatizar, que no faltarán simpatizantes.

4- Supone construir un sistema de puertas giratorias para asegurarse que la gente del partido puede vivir para siempre del partido se encuentre en el gobierno o en la oposición.

5- Supone tener un auténtico ejército particular a sueldo, al que puesto que se le paga por la adhesión al partido, se le puede movilizar a voluntad (de ahí que Errejón hable de la “fuerza material”) para una manifestación, un rodea el Congreso, una marea de protestas, un asedio a las sedes de un partido, una alerta antifascista, una concentración a favor de los presos, un boicot a un acto público de otro partido o lo que haga falta.


6- Todo esto no lo pagan los que se benefician de este sistema de puertas giratorias o de tener un ejército particular a sueldo, sino que lo pagamos todos los contribuyentes.

7- En democracia, uno tiene que construir una mayoría social para tener el poder, pero el discurso de Errejón (que es el de toda la izquierda radical o el de la izquierda abertzale) consiste en tener el poder para construir una mayoría social. No es la mayoría la que decide el gobierno sino el gobierno el que decide la mayoría. En realidad es estupendo que exista una sociedad civil fuerte, asociativa y activa, pero frente al gobierno, o al margen del gobierno, autofinanciada y desde luego de ningún modo a sueldo del gobierno y al servicio del gobierno, como en las tiranías.

8- Errejón habla también expresamente de crear medios de comunicación desde el poder para que estén a su servicio. Obviamente no será esta la forma en que justifica las partidas presupuestarias para financiar a esos medios, pero tenemos la experiencia de que esa financiación se disfraza de publicidad institucional, apoyo al vascuence, apoyo al catalán, apoyo a los medios locales, etc.

9- Fuera del ámbito de los medios, obviamente nadie justifica tampoco ninguna partida presupuestaria como financiación de los grupos afines a Podemos, a Bildu, a ERC o quien se tercie, sino que cualquier partida de este tipo se camufla bajo etiquetas que preferentemente incluyen palabras como “social”, “igualitario”, solidaridad”, “empoderamiento”, “juventud”, “mujer”, “cultura”, “ecológico”, “integración”… A quienes quieren controlar la sociedad a través de colectivos pagados por el estado, no les gusta que las labores sociales se hagan al margen del estado, no porque eso sea “caridad” en vez de un estado que reconoce derechos, como dicen, sino porque no se trata tanto llevar a cabo labores sociales y resolver problemas a personas (que efectivamente hay que resolver) como de controlarlas y someterlas a una dependencia del gobierno. El plan de Errejón, que es el plan de la izquierda radical, es imposible fuera de la cultura de la subvención.

10– Nos hemos acostumbrado a pensar que corrupción es que una persona coja el dinero de sus impuestos y se compre un Mercedes, pero todo esto que estamos describiendo también es corrupción. De hecho es menos peligroso para la libertad de una sociedad que una persona robe dinero público para comprarse un coche a que robe dinero público para pagarse una milicia, para pagar a quien simpatice con él o para controlar todos los aspectos de esa sociedad (deporte, cultura, ocio, medios, etc) mediante una galaxia de plataformas, asociaciones, colectivos y organismos bajo su tutela. Es decir, esto también es corrupción, y es un tipo de corrupción particularmente peligrosa porque además de amenazar a nuestros bolsillos amenaza nuestra libertad, pero contra este tipo de corrupción la sociedad española no parece estar vacunada, al punto que Podemos anuncia públicamente qué es lo que va a hacer y hasta sube tranquilamente el vídeo a Youtube.

Comentarios