Reproducimos este artículo de Navarra Confidencial por su enorme interés
El discurso de Errejón que nos ocupa en esta ocasión tuvo
lugar en mayo de 2017, en una charla en el Espacio Madrid 129. De la charla
interesa un corte concreto en el que Errejón explica la forma en que la
izquierda, cuando llega al poder, debe utilizarlo para crear todo tipo de plataformas,
asociaciones y chiringuitos (se entiende que financiadas con el dinero de
todos, o sería irrelevante estar en el poder para crearlas) mediante los cuales
controlar a la sociedad civil, tener una auténtica milicia a su servicio,
colocar masivamente a sus simpatizantes y que todo eso lo paguemos el resto de
ciudadanos. Podría parecer un resumen exagerado, pero la literalidad de Errejón
resulta tumbativa.
De este modo, Errejón propone abiertamente que allá
donde ya gobiernan, y en previsión del día en que pierdan las elecciones, “dejar
sembradas instituciones populares que resistan, y por cierto donde refugiarse
cuando gobierne el adversario”.
¿A qué se refiere Errejón cuando habla de “instituciones
populares”? El propio ideólogo podemita lo aclara explicando que “no estoy
hablando de grandes construcciones retóricas, hace falta que para cuando se
acaben los ayuntamientos del cambio o pierdan elecciones haya asociaciones
de vecinos saludables y enraizadas y con poder en cada distrito, hace falta que
haya clubes de montaña y agrupaciones juveniles, hace falta que haya más
espacios culturales y de auto organización, hace falta que estén enraizadas las
casetas populares en todas las fiestas, hace falta que haya asociaciones
deportivas coordinadas entre sí”, y naturalmente dice que “hace falta una
estructura económica autónoma que vaya a permitir acoger a una buena parte de
los cuadros militantes que hoy se están dedicando a los trabajos
institucionales”.
En ese sentido, Errejón señala que “Uno de los dramas en
Argentina es que, al perder el poder el gobierno nacional y popular y ganar las
elecciones el señor Macri, lo que ha pasado es que no hay estructura (dinero)
para sostener tanta militancia, y la militancia como todo el mundo sabe no se
sostiene sólo del aire”.
Abundando en su discurso, Errejón insiste en la importancia
de “conseguir construir en cada espacio, en cada distrito, en cada
municipio, las asociaciones, las agrupaciones, las estructuras económicas, los
medios de comunicación, los espacios culturales, los espacios juveniles, la
estética, los grupos de música, las iniciativas que hagan que afrontemos la
tarea de oposición, cuando venga, mucho más fuerte”.
Para que no queden dudas, Errejón remata sus explicaciones
señalando que “se trata de haber dejado las políticas públicas, los cambios
jurídicos e institucionales y económicos, pero también el tejido asociativo y
la construcción de afectos, de épica, de mística, de organización popular,
como para que cuando haya que emprender de nuevo la batalla la emprendamos en
condiciones de mucha más fuerza y no digo sólo fuerza discursiva o identitaria,
estoy poniendo ejemplos muy concretos de fuerza material para emprender la
siguiente batalla”.
Las palabras de Errejón suponen todo un plan de acción
estremecedor por muchas razones.
(pinchar aquí para ver , y escuchar, video)
1- Supone inventarse asociaciones con cualquier excusa
(deporte, ecologismo, música, teatro, feminismo, juventud, LGBT, okupas,
memoria, euskera…) como tapadera de grupos de acción política y
proselitismo afines a la extrema izquierda (o al nacionalismo, porque todo
lo que dice Errejón como propósito aquí es una realidad asentada hace tiempo).
2- Supone politizarlo todo, incorporando la
política y el punto de vista del que promueve estas asociaciones y grupos en
todo aquello que pueda ser objeto del asociacionismo civil, o sea todo.
3- Supone pagar indirectamente a miles y miles de
personas por simpatizar con el promotor de esas plataformas, tanto da que
pensemos que se paga al que simpatiza como que se paga por
simpatizar, que no faltarán simpatizantes.
4- Supone construir un sistema de puertas
giratorias para asegurarse que la gente del partido puede vivir para
siempre del partido se encuentre en el gobierno o en la oposición.
5- Supone tener un auténtico ejército particular a
sueldo, al que puesto que se le paga por la adhesión al partido, se le puede
movilizar a voluntad (de ahí que Errejón hable de la “fuerza material”)
para una manifestación, un rodea el Congreso, una marea de protestas, un asedio
a las sedes de un partido, una alerta antifascista, una concentración a favor
de los presos, un boicot a un acto público de otro partido o lo que haga falta.
6- Todo esto no lo pagan los que se benefician de este
sistema de puertas giratorias o de tener un ejército particular a sueldo, sino
que lo pagamos todos los contribuyentes.
7- En democracia, uno tiene que construir una mayoría
social para tener el poder, pero el discurso de Errejón (que es el de toda la
izquierda radical o el de la izquierda abertzale) consiste en tener el poder
para construir una mayoría social. No es la mayoría la que decide el
gobierno sino el gobierno el que decide la mayoría. En realidad es
estupendo que exista una sociedad civil fuerte, asociativa y activa, pero
frente al gobierno, o al margen del gobierno, autofinanciada y desde luego de
ningún modo a sueldo del gobierno y al servicio del gobierno, como en las
tiranías.
8- Errejón habla también expresamente de crear
medios de comunicación desde el poder para que estén a su servicio.
Obviamente no será esta la forma en que justifica las partidas presupuestarias
para financiar a esos medios, pero tenemos la experiencia de que esa financiación
se disfraza de publicidad institucional, apoyo al vascuence, apoyo al catalán,
apoyo a los medios locales, etc.
9- Fuera del ámbito de los medios, obviamente nadie
justifica tampoco ninguna partida presupuestaria como financiación de los
grupos afines a Podemos, a Bildu, a ERC o quien se tercie, sino que cualquier
partida de este tipo se camufla bajo etiquetas que preferentemente incluyen
palabras como “social”, “igualitario”, solidaridad”, “empoderamiento”,
“juventud”, “mujer”, “cultura”, “ecológico”, “integración”… A quienes quieren
controlar la sociedad a través de colectivos pagados por el estado, no les
gusta que las labores sociales se hagan al margen del estado, no porque eso sea
“caridad” en vez de un estado que reconoce derechos, como dicen, sino porque no
se trata tanto llevar a cabo labores sociales y resolver problemas a personas
(que efectivamente hay que resolver) como de controlarlas y someterlas a una
dependencia del gobierno. El plan de Errejón, que es el plan de la izquierda
radical, es imposible fuera de la cultura de la subvención.
10– Nos hemos acostumbrado a pensar que corrupción es que
una persona coja el dinero de sus impuestos y se compre un Mercedes, pero todo
esto que estamos describiendo también es corrupción. De hecho es menos
peligroso para la libertad de una sociedad que una persona robe dinero público
para comprarse un coche a que robe dinero público para pagarse una milicia,
para pagar a quien simpatice con él o para controlar todos los aspectos de esa
sociedad (deporte, cultura, ocio, medios, etc) mediante una galaxia de
plataformas, asociaciones, colectivos y organismos bajo su tutela. Es decir,
esto también es corrupción, y es un tipo de corrupción particularmente
peligrosa porque además de amenazar a nuestros bolsillos amenaza nuestra
libertad, pero contra este tipo de corrupción la sociedad española no parece
estar vacunada, al punto que Podemos anuncia públicamente qué es lo que va a
hacer y hasta sube tranquilamente el vídeo a Youtube.
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