Por desgracia, no hay límites



No hay límite porque mañana o pasado, al otro a más tardar, nos aparecerá alguna parecida o más tristemente  hilarante si cabe.

Abajo ofrecemos la versión traducida de la estupidez humana.


Lo de las abejas sin reina ¿Cómo lo habrán conseguido? ¿Tendrán presidenta electa democráticamente?

Comentarios