Ayer jueves, 14 de marzo, en el
juicio a los golpistas en el Tribunal Supremo, aconteció lo que nadie esperaba.
Tras varias semanas de un guion más que previsible en los interrogatorios y
respuestas, llegaba a la Sala
el señor Trapero. El hasta hace pocos meses objeto de deseo de las
cámaras, se ha mantenido en un segundo plano mientras transcurre su causa en el
Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Todos pensábamos que sería el
chivo expiatorio del “prucés”. Su buena estrella, que a su punto álgido en
la tristemente paella raholiana, ya parecía apagada, fundida y amortizada por
el separatismo.
Al llegar ayer al Supremo,
rumiábamos que se acogería a su derecho a no responder, pues la ley le avala y
le permite esta concesión al estar abierto otro juicio contra él. Pero Trapero
respondió a las preguntas de abogados y fiscales. Primero lacónicamente, como
quien tiene el relato aprendido. Pero los últimos diez minutos provocaron
un terremoto de tal magnitud que la defensa de los golpistas palideció y quedó
noqueada. Trapero lanzaba un torpedo en la línea de flotación de la
flotilla independentista especialmente contra el almirante Puigdemont.
Escuetamente resumimos la cuestión: Puigdemont ni sus consellers pueden alegar
que no estaban advertidos, los mossos le avisaron de que no debía realizarse el
referéndum ilegal y prepararon un plan por si llegaba la orden judicial para
detener a President de la
Generalitat y a sus consejeros.
Dichas estas afirmaciones, ningún
político preso puede alegar ignorancia de las consecuencias legales de sus
actos. Sinceramente, la declaración de Trapero nos huele a PACTO POLÍTICO
para evitar ser el chivo expiatorio del “prucés”.Estas declaraciones que
derrumban la hasta ahora bien construida imagen épica de los mossos y su jefe
supremo. Pero Trapero -a ojos de los acólitos del separatismo- ayer
pasaba de mártir a “botifler”; una realidad demasiado dura para que las
voluntades e inteligencias separatistas puedan digerirlo de golpe. Ello explica
los DELIRANTES titulares y comentarios en la prensa separatista en ese momento.
O los periodistas separatistas están de psiquiátrico, o vivimos en universos
paralelos o mienten canallescamente para que su público no se entere del
hundimiento que el relato separatista en sus carnes.
Pero Trapero -a ojos de los
acólitos del separatismo- ayer pasaba de mártir a “botifler”; una realidad
demasiado dura para que las voluntades e inteligencias separatistas puedan
digerirlo de golpe.
Veamos unos ejemplos del
tratamiento de la noticia de ayer. En el radical digital “Vilaweb” el periodista Josep
Casulleras, nos sorprendía con un titular alucinógeno: “Las revelaciones
de Trapero conmocionan al Supremo y desarman la Rebelión ”. En
resumidas cuentas, viene a decir que gracias a las “valientes” declaraciones de
Trapero ya no se podrá decir de los acusados actuaron bajo delito de Rebelión.
Simplemente sorprendente. Este digital está despertando poco a poco y en los
últimos artículos intenta disimular el desastre. En otro artículo,
justificando que trapero acaba de ser padre ¿?, intentan maquillar las -para
ellos- inexplicables declaraciones. Por su parte “Naciódigital” iba
publicando en directo artículos en la medida que Trapero desclaraba. Todo eran
elogios en directo con titulares como: “Trapero el preciso”; “Trapero considera
a Luis de Cobos un comandante político”. Pero al oír las declaraciones
petardistas de Trapero, los titulares cambiaron y empezaron a meterse con los
interrogatorios de VOX como acusación particular. Todo un alarde de escapismo.
Por último y por no alargarnos,
al siempre radical digital “El Món” no le quedaba más remedio que reconocer con
un titular que: “Trapero cierra el proceso”. Cot -el director y
articulista- no es corto y es lo suficientemente inteligente para darse cuenta
que las declaraciones de Trapero impiden mantener el relato separatista. La
etapa ha culminado. Final del proceso. Pero las dosis de realidad quedan
rápidamente difuminadas por un nuevo relato multicolor waltdisneysiano. Salvador
Cot tiene los santos arrestos para plasmar en su artículo las siguientes
visones paranormales: “Aquel proceso se ha terminado, pero la historia
continúa. Y lo hace con un punto de partida muy diferente a la anterior. Ahora
hay una mayoría clara de la sociedad catalana fuera del corral borbónico y un
Estado que se ha deslegitimado de forma definitiva por la violencia, la
conspiración económica contra la sociedad catalana y la institucionalización de
la catalanofobia. Madrid ha conseguido dar miedo, ciertamente. Y eso no es
poco. Pero con las porras no es suficiente para detener la historia. Gracias,
en parte, a la profesionalidad de la policía catalana en este país ha habido
millones de personas en la calle sin un incidente, como tampoco hubiera sido el
Uno de Octubre. Los Mossos son una buena policía, no un ejército. Pero la República ha pasado de
un sueño de pocos al objetivo de la mayoría”.
Nuestro consejo para los que
quieran hacerse millonarios, es que empiecen a montar clínicas de
desintoxicación especializadas en “Deliriums tremens separatistas”. El
negocio es seguro. Hay epidemia y va para largo.
Javier Barraycoa
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