En un principio el PSOE y sus socios nazionalistas se opusieron a que el portaeronaves Juan Carlos I de la Armada Española fondease en Guecho, Vizcaya. Finalmente el navío tocó puerto en la población vizcaína y se produjo una avalancha de gente al abrir el comandante del mismo las "puertas" para que la población civil pudiese visitar la embarcación.
Ahora salen los bilduetarras y adláteres con que la cosa no tiene importancia más allá del atractivo hacia cuestiones técnicas y de curiosidad.
El caso es que no le ha debido gustar nada al nazionalismo que la población civil de las Provincias Vascongadas haya respondido de forma multitudinaria al atractivo que ofrece la Armada Española y la posibilidad de rememorar las glorias de aquellos marinos vascos, españoles, desarrolladas en dicha Arma como Blas de Lezo, Cosme Churruca, Joaquín de Aguirre y Oquendo, y tantos otros que hicieron grande a su Patria, España.
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