Todos tenemos ya conocimiento de la noticia del fallecimiento de Javier Arzallus, presidente del PNV desde 1980 hasta 2004.
Los de mi generación ya saben perfectamente quién era este individuo, pero los más jóvenes quizá no.
Como he mencionado, dirigió el todopoderoso Partido Nacionalista Vasco durante los peores años de plomo de ETA, pero esto no le impidió dejarnos frases como "Nosotros no somos los violentos, ni siquiera ETA; la violencia viene de la derecha" (1987) o "No creemos que sea bueno para Euskal Herria que ETA sea derrotada" (1992) o, la que fue más conocida "No conozco de ningún pueblo que haya alcanzado su liberación sin que unos arreen y otros discutan. Unos sacuden el árbol, pero sin romperlo, para que caigan las nueces, y otros las recogen para repartirlas" (más tarde quiso hacer creer que se refería al partido HB, no a ETA, pero la realidad es que quienes "arreaban" en ese momento eran los terroristas).
Además Arzallus también fue un racista que nos regaló ciertas perlas para el recuerdo, como "En Europa, étnicamente hablando, si hay una nación, ésa es Euskal Herria" (1993), "La sangre de los primeros europeos corre hoy solamente por las venas de los vascos" o "La sangre con el RH negativo confirma que este pueblo antiguo tiene raíces propias, identificables desde la prehistoria, como sostienen investigaciones de célebres genetistas" (ambas en 2000).
En épocas en las que hubiese sido necesario un estadista de verdad, él solo supo mostrar racismo, tolerancia con los verdugos y falta total de empatía con las víctimas. Aún así, como católico, solo espero que Dios, en su infinita misericordia, haya sido capaz de perdonarle.
Carlos R.
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