En el artículo de El Confidencial al que se puede acceder pinchando aquí, se
aprecia el pacifismo de que suelen querer hacer gala, sin conseguirlo a nuestro
entender por supuesto, los nazionalistas en Cataluña como norma de conducta
frente a la “brutalidad de las fuerzas
invasoras españolistas”.
A lo largo del
artículo se leen expresiones contra la secretaria del juzgado de instrucción 13
de Barcelona por su testificación en el juicio de 1-O que dichas por cualquier
persona, normalmente, serían causa de detención inmediata de los
individuos que las profieren por el peligro que entrañan.
Sin embargo, al
parecer, se engloban en la llamada libertad de expresión, pero al final
consiguen el efecto que desean que no es otro que el de amedrentar, causar
miedo, y además con impunidad. Es lo que pasa cuando hay grupos terroristas,
que su fin es atemorizar, aterrorizar a la Sociedad y aunque en el caso de los grupos
terroristas sí hay, o hubo, posibilidad de que esas causas tengan consecuencias
penales en este caso parece que las redes sociales otorgan impunidad y, como
decíamos, libertad de expresión soez, desagradable, intimidatoria y amenazante.
Esto ocurre no solo con los nacionalistas, también se ven
acogidos por la libertad de expresión las izquierdas en general, muy
especialmente y ganando virulencia, los movimientos feministas y se van viendo
expresiones beligerantes contra la derecha, la ultra derecha, la ultraextremaderecha, etc., en términos
nada tranquilizadores para gente, como nosotros, que somos, nos sentimos y
queremos ser herederos de aquellos que dieron vida y hacienda por Dios y la Patria ; de aquellos que
fueron asesinados en las cunetas tras verdaderos simulacros de juicio, o sin
juicio simplemente, solamente por ser católicos y españoles; incluso de
aquellos que siendo de ideología izquierdista y republicana repudiaban las
actuaciones de los que ahora se empeñan en denominar republicanos pero que
ellos mismos se llamaban rojos y también fueron asesinados, quizá para
cumplir la máxima de La
Pasionaria que ilustra este escrito.
Sinceramente no
tenemos especial deseo de correr la misma suerte que los que hemos enumerado más
arriba: es desagradable, hace daño y luego se queda todo muy sucio. Además la Patria , España, sufre
entera, no solo los cuerpos de los asesinados.
Pidamos al Señor,
ya que estamos en tiempo de Cuaresma, que entre un poco de cordura en nuestras
mentes, en las de todos que nadie está exento de cometer, de pensamiento,
palabra, obra u omisión, pecado contra su hermano, y se evite que nuestra
Sociedad desaparezca totalmente fagocitada por un Estado subsumido por una
ideología destructora de la civilización greco-romana-judeo-cristiana ¡QUE ES LA NUESTRA !
Fermín Uriz
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