¡Qué perdón ni qué narices!



Los musulmanes llevan mucho tiempo esperando que España les pida perdón

Semejante majadería ha espetado el presidente de la comunidad islámica Mezquita Ishbilia, Yihad Sarasúa, apoyándose en que en 2015 España pidió perdón a la comunidad sefardí y reconoció la nacionalidad a los descendientes de los judíos expulsados en 1492 sin tener en que cuenta, ni el islámico Yihad ni los "pseudoespañoles" que conceden lo que no deben, ninguna, y cuando decimos ninguna es, NINGUNA nación ha pedido perdón jamás por la expulsión de los judíos de sus países cuando estas se produjeron siglos antes que en España en muchas otras naciones de Europa (Francia, Inglaterra, ...)

Pues al Sr. Sarasúa, y tantos idiotas que hacen caso del argumentario específicamente anticatólico, habrá que decirle que los españoles, los descendientes de los hispanorromanos y de los hispanovisigodos estamos hasta las narices de tener que pedir perdón a todo el mundo de lo que nos hizo grandes en su momento, cuando lo que debería hacer la comunidad musulmana, por ejemplo y por no extendernos y mentar a otras comunidades (todo llegará, y algo ha habido), es pedir perdón por invadir, con malas artes además aprovechándose de la ambición de elementos aunque hispanos execrables, los territorios de un pueblo ya conformado, con historia y con una meta hacia lo trascendente que llegó a plasmarse en plenitud justo al acabar la Reconquista.

Hemos puesto como imagen una cita de Erasmus Darwin, abuelo de Charles Darwin, el "padre" del evolucionismo, que por venir de quien viene, y casi más que nada por ser inglés (es broma), tiene mérito el reconocimiento de la gran obra evangelizadora y civilizadora de España, cosa esta que no surge espontáneamente y de repente sino por la forja durante siglos de asimilación de la cultura greco-romana y, sobre todo, de la asunción del espíritu cristiano que hizo posibles las gestas que la leyenda negra se empeña en ocultar, tergiversar y denigrar.

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