Las imágenes que llegaban de los lugares siniestrados mostraban la magnitud de la tragedia, con una de las iglesias con el techo del templo semidestruido, escombros y cuerpos esparcidos, mientras la gente trata de socorrerlos: “Escenas horribles. He visto miembros arrancados esparcidos por todos lados. Quizá la foto más impresionante -por lo simbólico- es la de una imagen de Jesucristo con restos de sangre tras el atentado con bomba en la iglesia de Negombo, en Sri Lanka.
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