Las apariciones de Sant Jordi contra el Islam


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 Batalla de Alcoraz


En los primeros años del siglo xi, san Jorge adquirió la condición de un patronazgo real de la mano de los monarcas aragoneses. En el año 1096, el rey aragonés Pedro I se impuso a los musulmanes en la cruenta batalla de Alcoraz (Huesca). Cuenta la tradición que cuando en la contienda las tropas cristianas estaban más apuradas, apareció san Jorge y ayudó decisivamente a las milicias de Pedro I contra los musulmanes. Desde entonces, los reyes de Aragón lo acogieron como santo patrono. Fue en el siglo xv cuando se instauró oficialmente el día de san Jorge, el 23 de abril, como patrón oficial de los territorios de la Corona de Aragón, que incluía a Cataluña como tierra de condados. 
Bajo el dominio de los monarcas aragoneses, los territorios disponían de Cortes que facilitaban un cierto grado de participación entre la sociedad feudal y el rey. Aragón y Cataluña tenían las suyas. La diferencia es que las Cortes catalanas sólo podían ser convocadas por el rey y debían ser presididas por él personalmente o por su lugarteniente. Bajo el reinado de Juan II, las Cortes catalanas acordaron en el año 1456 que san Jorge (sant Jordi) fuera el patrón en esa parte de la Corona de Aragón. Y en todo el Reino de Aragón se adoptó idéntico acuerdo en las Cortes celebradas en Calatayud (Zaragoza) en el año 1461.

Cuenta la tradición que cuando en la contienda las tropas cristianas estaban más apuradas, apareció san Jorge y ayudó decisivamente a las milicias de Pedro I contra los musulmanes

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Recreación de la aparición de Sant Jordi en Alcoy
Pedro II el Católico, fundó la Orden Militar de san Jorge de Alfama en 1201 (cerca de Tortosa), como fuerza de choque contra el islam. En 1281, Pedro III el Grande usaba la divisa de la denominada Cruz de Alcoraz, que era una Cruz de San Jorge con cuatro cabezas de negros en los respectivos cuadrantes que dejaba la cruz (en realidad representaban cabezas de moros que había derrotado en cuatro batallas importantes). Estas armas aparecieron por vez primera en una bula de plomo de 1281, de Pedro III de Aragón, probablemente como escudo personal alusivo al espíritu de cruzada. Aparece en el tercer cuartel del actual escudo de Aragón. Las apariciones de san Jorge continuaron durante hechos bélicos que favorecieron a los cristianos.
Alcoy (Alicante) fue conquistada a los árabes a mediados del siglo XIII por Jaime I y anexionada al Reino de Valencia. Jaume I la mandó repoblar con veintiocho colonos cristianos. Sin embargo, las huestes musulmanas aún no habían dicho su última palabra. Diversos grupos de guerreros árabes tenían atemorizada toda la región con sus frecuentes pillajes y ataques a las villas cristianas. Por este motivo Jaime I mandó a cuarenta de sus caballeros a defender Alcoy. El día 23 de abril de 1276 los moros, con su cabecilla Al-Azraq, se preparaban para el asedio a la villa. Un sacerdote, el padre Torregrossa, durante la Santa Misa que antecedería la batalla, alentó a las tropas e invocó la ayuda al santo del día: san Jorge. Durante el ataque, cuando todo parecía perdido para los cristianos, apareció un caballero sobre las almenas del castillo en un blanco corcel y una cruz en el pecho causando grandes bajas en el bando islámico. Los musulmanes lo identificaron como Walí, guerrero sagrado de su religión, y los cristianos como san Jorge o sant Jordi, que con una certera saeta segó la vida de Al-Azraq causando desbandada entre sus tropas.

Durante el ataque, cuando todo parecía perdido para los cristianos, apareció un caballero sobre las almenas del castillo en un blanco corcel y una cruz en el pecho causando grandes bajas en el bando islámico

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Aparición de Sant Jordi en la reconquista de Barcelona
A partir de aquel día los alcoyanos nombraron patrono a san Jorge y juraron celebrar todos los años una esta en su honor. Ya tres siglos antes, en el año 985, las tropas de Almanzor —como hemos relatado— habían ocupado la ciudad de Barcelona y la arrasaron. Bajo el mando del conde Borrell, primer conde de Barcelona, los cristianos intentaron reconquistar la ciudad. El caudillo cristiano reunió en Manresa a los más famosos guerreros, entre los cuales se contaban, los Cardona, Moncada, Rocaberti, Pi, Alemany, Cerdanya y Mataplana, apellidos ilustres de la historia de aquellos tiempos. Estos barones emprendieron la reconquista de Barcelona. 
Cuentan las crónicas que cuando iba a producirse el ataque sobre Barcelona, descubrieron en el cielo la figura de un jinete que montaba un caballo blanco, al tiempo que utilizaba como arma nada menos que un rayo, matando sin piedad a todos aquellos moros que se cruzaban en su camino.Otras leyendas sostienen que el misterioso jinete se enfrentó con el enemigo, convirtiéndose en lenguas de fuego, y que después de derrotarlo entró en la ciudad liberada a la cabeza de las tropas cristianas, manteniendo inmaculadas sus vestiduras y materializándose su caballo. Entonces, el jinete hizo tres veces la señal de la santa cruz con su lanza y luego desapareció como por ensalmo, provocando el asombro de todos los presentes. Aunque nunca dio señal alguna que revelara quién era, los cristianos no dudaron de que habían sido salvados por sant Jordi.

en el año 985, las tropas de Almanzor habían ocupado la ciudad de Barcelona y la arrasaron. Bajo el mando del conde Borrell, primer conde de Barcelona, los cristianos intentaron reconquistar la ciudad.

Otra aparición se constató en la batalla del monte de Santa María. En medio de la reconquista de la Península, las huestes de la Corona de Aragón se aproximaron a la ciudad de Tarragona. Estaban a las órdenes de Bernat Guillem de Entença y Guillamos de Aguiló. Defendían un monte que poco después sería denominado de Santa María. Estaban en franca minoría. Los ejércitos islámicos decidieron destruir aquella avanzadilla. La batalla tuvo lugar dentro de agosto del 1237 y la derrota de los sarracenos fue total. Una tradición recuerda que apareció san Jorge combatiendo junto a los cristianos.

Extracto de “Eso no estaba en mi libro de Historia de Cataluña”
9788417229931

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