MASONES I. BILDERBERG



Decía Charles Baudelaire que “la mayor astucia del Demonio es hacernos creer que no existe”. A diferencia de Satanás, sus siervos fieles, los masones, han optado por dejarnos saber parte de su existencia, pero vendiéndonos una imagen de sí mismos tan benévola como falsa.

Uno de los grupos masónicos que conocemos poco, sólo parcialmente, es el club Bilderberg.

Sin embargo, el club Bilderberg es mucho más importante de lo que parece; de hecho constituye el auténtico gobierno mundial en la sombra. Allí se toman decisiones económicas, sociales, políticas y humanas que afectan a nivel planetario y que constituyen lo que se conoce como "el nuevo orden mundial" y allí se decide quién puede gobernar ciertos países y quién no.

Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia, Albert Rivera, Zapatero, Pedro Sánchez y Soraya Sáenz de Santamaría son algunos de los dirigentes españoles que han contado con el beneplácito de tan selecto club.

Así, el futuro de la humanidad, especialmente de una Unión Europea construida también bajo el auspicio masónico parece estar diseñado por estos gobernantes no electos (recordemos que en el año 2010 Javier Solana, que también es otro hijo de los Bilderberg, dijo que "Europa es el laboratorio del posible gobierno mundial")

¿Y cuál es el plan de estos amos del mundo para España? Cristina Martín Jiménez, escritora experta en Bilderberg, nos explica cómo los viejos estados están demasiado cohesionados por tradiciones culturales muy antiguas, como para romperse en pro de un nuevo superestado. España fue el primer imperio moderno de la historia, sus posesiones se extendieron por casi todos los continentes, además esto nos creó unos vínculos especiales con Iberoamérica. Romper España sería la prueba para ensayar el modelo a seguir con otros países y crearía un impacto importante en el nuevo continente. Por eso Bilderberg apoya el nacionalismo catalán, pues su modelo para nosotros sería un estado federal; en concreto una monarquía liberal federal.

Por otra parte, para conseguir romper nuestra patria, las tradiciones cristianas españolas deben ser combatidas hasta que desaparezcan o sean convertidas en simple folklore. Es en esa línea en la que van, tanto las leyes que promueven la ideología de género o combaten sectariamente la violencia doméstica, como esa aparente necesidad de una inmigración masiva que, curiosamente, es mayoritariamente musulmana; además, los masones siempre han odiado a la Iglesia, todos lo sabemos.

Ya hace mucho que acabaron con los fueros (el amejoramiento del régimen foral de Navarra ha quedado reducido a un vulgar estatuto de autonomía), hace largo tiempo que separaron del trono al rey legítimo, están logrando hacer desaparecer de nuestras vidas a Dios y también pretenden desintegrar nuestra patria. Entonces ¿que nos queda? Realmente sólo nos quedan dos opciones: reaccionar de una vez o resignarse a desaparecer.

En cualquier caso, últimamente parece que puede verse una tenue luz al fondo de este oscuro túnel del futuro mundial, pues se están torciendo algunos planes del grupo Bilderberg: Trump no contaba con su beneplácito, el grupo de Visegrado tampoco, Gran Bretaña abandona la unión europea y en otros países, incluida España aparecen y crecen partidos que escapan a su control. En pocos años veremos hasta qué punto este club puede perder su poder o es capaz de establecer estrategias para controlar o eliminar a sus nuevos enemigos.


Carlos R.


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