MASONES II. SOROS.



Es sorprendente, más bien diría que increíble, comprobar que hay gente que aún no sabe quién es George Soros.

Este magnate, considerado inversor financiero, es una de las personas más ricas del mundo, habiendo hecho su fortuna a base de la especulación, actividad a la que se dedica a través del grupo de fondos Quantum Fund, entre otros.

Nació el 12 de agosto de 1930 en Budapest (Hungría) hijo de una familia de origen judío, pero actualmente tiene la nacionalidad estadounidense y es ateo.

Se trata de uno de los miembros más conocidos del Club Bilderberg.

Su poderío económico quedó patente cuando el 16 de septiembre de 1992 provocó la quiebra del Banco de Inglaterra, obteniendo para él unas ganancias de unos 1000 millones de dólares, a los que se añaden otros 7000 millones más que ganó Quantum Fund, y generando unos 3400 millones de libras de pérdidas al Estado Británico.

Por otra parte, realiza una actividad supuestamente filantrópica a través de ciertas organizaciones, como el Open Society Institute.

Tal presunta filantropía no impide que las empresas de Soros hayan sido capaces de especular a costa de los más débiles, como lo demuestra el hecho de que a través del grupo Azora, su grupo inmobiliario fuese uno de los principales beneficiarios de la venta de las viviendas del IVIMA.

Su entramado de apariencia altruista le ha servido para financiar organizaciones defensoras del aborto de la ideología de género, grupos LGBTI y de la inmigración ilegal. La importancia de su apoyo a estas causas puede valorarse correctamente si se tiene en cuenta la gran cantidad de fondos que les aporta, así como la posibilidad de acceder a medios de propaganda a través del entramado del magnate. Transparencia Internacional, Human Rights Watch, Amnistía Internacional, International Crisis Group, Attac o Transnational Institute son algunas de las ONG,s que han recibido importante apoyo financiero de Open Society.

Otro de los objetivos de Soros ha sido la Iglesia Católica, habiendo financiado campañas contra ella especialmente en Estados Unidos; en este sentido, cabe destacar que es el principal financiador de Faith in Public Life, un grupo compuesto por los autodenominados “católicos disidentes”, críticos con la jerarquía de la Iglesia y que han atacado a numerosas organizaciones y actividades cristianas.

Este gran poderío económico, y el apoyo tan firme a causas tan nefastas han convertido a Soros en la bestia negra de occidente, hasta el punto de que Jim Denney, autor de “The New Reagan Revolution”, afirma de Soros que “Puede ser más peligroso que una bomba nuclear. Actúa desde la sombra con determinación, usando su dinero y poder para manipular la economía y la política. Un misil nuclear puede destruir una ciudad, peor George Soros puede destruir nuestro estilo de vida”.

Así pues, hoy en día nadie duda del poderío económico de Soros, de sus notables contactos internacionales, de su tremendo peso en ese gobierno mundial no electo que es el Club Bilderberg y, por lo tanto, de su posición dominante a nivel mundial.

Quizá pueda pensarse que el poderío de este “dueño del mundo” toca a su fin por causas naturales, dada su avanzada edad (88 años), pero hay quien asegura que ya sólo es un títere en manos de su hijo Jonathan, por lo que su triste obra no morirá con él.

Carlos R.

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