VERGÜENZAS ARMADAS

En materia de defensa nacional, sobre las atribuciones de los Poderes del estado, el artículo 4.2 de la Ley Orgánica 5/2005, de 17 de noviembre, de la Defensa Nacional, afirma que “En particular, al Congreso de los Diputados le corresponde autorizar, con carácter previo, la participación de las Fuerzas Armadas en misiones fuera del territorio nacional, de acuerdo con lo establecido en esta Ley”.

Al parecer, el Presidente del Gobierno que padecemos desconoce esta ley y ha decidido unilateralmente asumir las funciones del Congreso y enviar a Lampedusa al patrullero de altura de la Armada “Audaz” con 62 tripulantes. Hacia allí zarparon desde Rota nuestros sufridos marineros el pasado día 20 de agosto para recoger a 15 de los inmigrantes ilegales llevados a Italia desde las cercanías de Libia por el buque-taxi Open Arms.

El día 23 llegaba a ese pequeño puerto italiano nuestro barco, encontrándose que no cabía allí y que debía ser desviado hacia Pozzallo (Sicilia). Hay que añadir a este cúmulo de despropósitos la sorpresa mayúscula de las autoridades italianas por la presencia (claramente inesperada, incordiante e innecesaria) de nuestro barco de guerra en la zona y con tal misión.

El diario ABC de fecha 27/08/2019 calculaba que el coste mínimo diario de esta operación es de 13.000 euros al día. Teniendo en cuenta que Italia aún no nos ha entregado a este ilustre pasaje y que el viaje de vuelta durase 3 días como lo hizo el de ida, no es fácil que el barco regrese a puerto antes del día 4 de septiembre, tras cumplir 15 días de navegación. Con esos cálculos, el viaje de nuestros 15 nuevos vecinos va a costar a las arcas del estado un mínimo de 195.000 €, es decir, 13.000 € por inmigrante. Veo en una página especializada en viajes que el hotel más caro que ofertan en Lampedusa cuesta 240 euros por noche, y que el vuelo en clase Bussines cuesta 652 €, mantener allí a cada inmigrante 15 días a todo tren y traerles en vuelo de lujo hubiese salido por 4.252 €; es decir, que el coste de tan elitista mantenimiento y traslado para todos ellos sería de 63.780 €, cantidad tremendamente inferior a los 195.000 € que nos ha costado la fanfarronada de Pedro Sánchez.

Así pues, nuestro presidente y sus asesores desconocen la ley, no tienen conocimientos de navegación, son incapaces de coordinarse con otros gobiernos y a todas esas “virtudes” añaden una sorprendente (o quizá no tan sorprendente) incompetencia económica.

Vaya desde aquí mi más sentido pésame al Comandante del “Audaz” y a toda su tripulación por haber sido utilizados en este caso, sin quererlo ni poder evitarlo, como un triste objeto del absurdo narcisismo presidencial que sufre España.

Carlos R.