EL PRIMER CARLISMO ARAGONÉS
Publicamos este artículo de nuestro colaborador S. Benito sobre D. Manuel Marco, conocido como Marco de Bello, en tres entregas y en una serie en la que iremos dando a conocer a los personajes carlistas de nuestra tierra aragonesa.
I
Manuel Marco y Rodrigo más conocido
como “Marco de Bello” fue un líder carlista aragonés nacido en Bello (Teruel), hacia 1817, hijo de
Mariano Marco y de Joaquina Rodrigo. Pertenecía a una familia noble de las más
importantes de Aragón, con numerosas propiedades en el campo de Bello que le
proporcionaban importantes rentas. De familia de ideas absolutistas, tan pronto
como comenzó la primera guerra carlista Manuel quiso tomar las armas en defensa
de los legítimos derechos del Rey Carlos V, pero la enfermedad de su padre y la
circunstancia de que el fuese el único de los hermanos que pudiese cuidarlo
impiden al joven Manuel unirse a las filas de La Santa Causa en esta
primera hora del carlismo.
Tras el asesinato de un tío suyo,
canónigo en Zaragoza en 1835 por parte de los liberales Manuel decide unirse a
las tropas carlistas que manda de Carnicer pero a unas 15 o 20 leguas camino de
Huesca es detenido por una columna liberal, aunque fue pronto liberado. La
necesidad que su familia tenía de él hace que vuelva a la casa paterna.
Los atropellos y abusos liberales en
su propia casa siguieron persiguiendo a Manuel, y a comienzos de 1836 estos
acontecimientos sumados al regreso de su hermano José, carmelita en Calatayud,
llevan a Manuel Marco a tomar las armas contra el gobierno de los usurpadores
liberales.
Son 40 o 50 jóvenes de la comarca de
Bello los que se unen a Manuel Marco siendo armados y pertrechados de la mejor
manera que fue posible por él, formando así su propia partida. Se une a las
fuerzas de Cabañero que recibe con alegría en las filas carlistas a un joven de
tan importante familia y con un gran prestigio en su comarca. Todo esto
facilitó que le fuese encargado el mando de una compañía con la que, al año
siguiente, combatió con eficacia a las fuerzas liberales de Bonet en la masada
de Camarillas (Teruel) donde, a pesar de que el jefe enemigo consiguió huir,
Marco de Bello sostuvo el fuego durante varias horas y consiguió capturar a
toda la fuerza enemiga.
También Marco de Bello tomó parte en
el asalto a Zaragoza, en esta ocasión como capitán de cazadores del 6º batallón
de Aragón. Fue uno de los primeros en cruzar la puerta del Carmen, subió a la
muralla y fue destinado a la defensa de la plaza San Felipe.
Al poco tiempo de ocupar sus
posiciones es obligado a retirarse, lo que hace por el Coso y la Mantería lo que le
permite salir de la ciudad por el mismo lugar que había entrado. De la dureza
de los combates es muestra el número de bajas, de los 130 hombres que formaban
sus tropas perdió a 80 además de ser, él mismo, herido levemente.
Su hermano Joaquín se une, por estas
fechas a las filas carlistas y entra a formar parte del Estado Mayor de
Cabañero.
Poco después Marco de Bello
participa en el combate de Tierzo, contra la guarnición de Molina de Aragón,
esta acción tuvo importancia por dos motivos: por el valor con el que se
condujo nuestro personaje y por la captura de un sádico liberal que se dedicaba
a perseguir, insultar y acosar indiscriminadamente entre otros a los propios
hermanos pequeños de nuestro personaje y
que nos muestra la faceta más humana y auténticamente caballerosa de Marco de
Bello quien en lugar de fusilar al cruel y miserable liberal que había acosado
y perseguido a sus propios hermanos, le proporcionó bagajes y alimentos para
que pudiera escapar.
Ese mismo año, ya como teniente
coronel al mando del 6º Batallón de Aragón, Marco de Bello fue capturado por
las tropas liberales y sorteado hasta 3 veces para ser fusilado, calamidades
que soportó con entereza y templanza, contrastando el miserable comportamiento
liberal con la auténtica generosidad y capacidad de perdón que Marco de Bello
había mostrado anteriormente con sus enemigos. Finalmente consiguió salvar la
vida; sin embargo permaneció cautivo hasta después de acabada la guerra,
momento en el que recobra la libertad para volver al hogar familiar de Bello,
donde puede acompañar a su padre que falleció poco después. Posteriormente la
muerte de su madre en 1853. Son estas tristes circunstancias las que le
permiten dedicar más tiempo a sus actividades militares.
Esto le permitió participar en la
revuelta carlista de 1855, liderando una partida de 120 hombres reunidos en
Villarroya de la Sierra
(Zaragoza), a las que se incorporaron los voluntarios reunidos por su hermano
en el campo de Bello consiguiendo así duplicar sus efectivos. La persecución de
dos columnas liberales le obligó a desplazar sus efectivos brevemente a
Castilla y después, al volver a Aragón, fue alcanzado y derrotado en Abanto
(Zaragoza) a finales de mayo por la columna de Serrano, desperdigando todas las
tropas y obligando a Marco a cruzar toda España para refugiarse en Portugal de
donde pasó a Londres y después a París, siendo en este periodo cuando es
ascendido a coronel por Don Carlos, así permaneció en el exilio hasta 1857,
momento en el que se acogió al indulto y regresó con su familia.
Estas circunstancias habrían quitado
el animo al mas leal y al mas intrépido pero no impidieron que Marco se vuelva
a involucrar en la conspiración de 1860, cuando se trasladó a Valencia donde
reunió a algunos partidarios. Junto con ellos (en una lancha) acudía por las
noches a alta mar para recibir las consignas que llegaban desde el carlismo en
el exilio. Este nuevo alzamiento fracasó, lo que obligó a Marco a ocultarse durante
un breve periodo después del cual regresó a su casa de Bello.
Durante este periodo es ascendido a
brigadier y participa en julio de 1868 en la junta carlista celebrada en
Londres y que presidió el mismo Don Carlos. A partir de este momento Marco
mantiene correspondencia directa y continua con la dirección del carlismo.
Continuará ...
S. Benito
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