“En España decir la verdad es un delito”
El pasado 27 de septiembre, el Centro de Historias
de Zaragoza ha contado con un invitado de excepción: el intelectual Fernando
Paz, historiador, escritor, profesor, presentador televisivo y contertulio
habitual del grupo Intereconomía. La conferencia, titulada LA DICTADURA DEL
SILENCIO: EL PENSAMIENTO ÚNICO, ha sido organizada por la asociación cultural
aragonesa RAÍCES.
Especialista en historia contemporánea y una de las voces más vigorosas
de nuestro tiempo, el madrileño Fernando Paz Cristóbal (n. 1966) es autor de 5
libros de autoría individual que, por derecho propio, escapan a los cauces de
la corrección político-historiográfica imperante: Europa bajos los escombros (2008), El fracaso de una utopía (2010), Antes que nadie (2012), Núremberg:
juicio al nazismo (2016) y La
neutralidad de Franco (2017); Paz también ha colaborado en otros dos libros
de autoría colectiva: El libro negro de
la izquierda española y Proceso a
José Antonio.
El tema de la conferencia de hoy no ha podido ser más esclarecedor y
pertinente, al retratar con brillantísima agudeza conceptual “La dictadura del
silencio: el pensamiento único”, cuestión tanto más candente cuanto que Paz ha
sido víctima, en los últimos tiempos, de un brutal linchamiento mediático por
parte de los medios de desinformación del Sistema, dominado por agentes globalistas
muy poderosos. Debido a estos ataques, Paz, candidato de Vox a un sillón de
diputado al Congreso por Albacete, ha tenido que renunciar a encabezar la lista
de la formación verde por dicha provincia. Política al margen, lo cierto es que
Fernando Paz vale muchísimo más que sus incultos detractores, y su conferencia
ha sido la prueba más incontestable de ello.
1)
La España de nuestros días está inmersa en un
siniestro cambio de paradigma político consistente en la construcción de una
sociedad totalitaria (es importante diferenciar dicho totalitarismo social
del típico totalitarismo de Estado);
2)
La mentira
del pluralismo con el que el Sistema atonta las humanas cabezas implica el
más eficaz medio para cercenar cualquier conato de disidencia;
3)
La mixtificación
del pasado como una monstruosidad (sirva como ejemplo la Ley de Memoria Histórica, que
en mucho recuerda a la distopía 1984
de Orwell: “cuando muera la última
persona que vivió aquel período de la historia… morirá con ella la verdad”);
4)
Liquidada
la Ley Divina ,
la secularización y la laicidad consiguientes han potenciado enteros la sujeción
de la persona al poder del Estado. El influjo devastador del liberalismo
trajo consigo la sacralización del poder (fenómeno que arranca ya con el hereje
Lutero: “Guerra de los campesinos”, 1525);
5)
La
aceptación de la antropología natural pasa a ser reemplazada por el liberalismo
mismo, impulsando el derecho a la felicidad humana (Locke, Hume, Bentham), como
paso esencial hacia la senda del subjetivismo. Late aquí el embrión de
los actuales DELITOS DE ODIO;
6)
En tanto
en cuanto el alma se ha entregado a la CODICIA , la mercantilización del nuevo modelo
social ha destruido la tradicional división tripartita de antaño
(sacerdotes-guerreros-comerciantes), haciendo imperante la presencia del
comerciante (Ezra Pound: el capitalismo
nos coloniza el alma);
7)
La clave
del ordenamiento social se vehicula así a partir del principio “lo privado es
público” (Kate Millet); esta inversión en la que lo público pasa a ser lo
privado, y viceversa, está dirigida desde los mass media y su censura del silencio;
8)
Las formas
de censura de los medios pueden ser cuatro: una censura a priori, una
censura a posteriori, no prohibir nada o mediante el silencio. Esta última
estrategia es la más certera, por cuanto su imposición nos lleva a la tesis de
la superioridad de nuestro tiempo sobre los demás, componente que entraña una
presunta superioridad moral de época, justificada sobre las quimeras del avance
material (que no moral); “me he
encaramado a lomos de gigantes” (Newton);
9)
La era
del capitalismo industrial, pragmática y anti-histórica (H. Ford) forja su
credo reblandecido en un progresismo ciego, de crítica y revisión del
Occidente, con el objeto final de asestar un golpe mortal a su más sólida
construcción: la familia;
10)
Las
premisas de reducción al silencio de todos aquellos que se oponen al
“progreso” son manifiestas, y explican la razón del porqué de dicho
silencio: 7 EMPRESAS CONTROLAN EL 90 % DE LOS MASS MEDIA EN OCCIDENTE. La construcción del imaginario colectivo
impera sobre todo lo demás;
11)
Si
partimos del hecho de que un europeo medio ve al año unos 30.000 ANUNCIOS,
comprenderemos por qué este sujeto desarmado resulta progresivamente
intercambiable con respecto a sus coetáneos: las formas de vida son cada vez
más semejantes entre sí, así como nuestro modo de pensar;
12)
Y es que
ante esta aplanadora ni los medios privados se salvan: también ellos son
esclavos de los intereses empresariales: ahí tenemos los grupos Vocento,
Prisa, etc. Omitiendo la calidad de los productos (“basura”, desde el punto de
vista intelectual), esta homogeneización de todas las partes es una de las más
traumáticas técnicas totalitarias imaginables;
13)
La imposición
de la ideología de género en los últimos 15 años le debe más a las
millonarias corporaciones privadas que al Estado mismo. Una vez envenenado el
cuerpo social a través del entretenimiento y sus futesas, el Estado pasa a
verter el jarabe de rigor sobre la legislación misma;
14)
Por
ende, los vínculos entre MEDIOS DE COMUNICACIÓN y FINANZAS son imparables: 13
empresas de comunicación, con la presencia de la Banca , fagocitan la política
nacional a sus anchas. La endogamia entre la clase política y las finanzas
es patente. Esto es escandaloso;
15)
Para
perpetuar este sistema, se precisa de un sistema de PUERTAS GIRATORIAS
que consolide esta sumisión al globalismo. Nuestros políticos han alcanzado
extremos vergonzosos de nulidad, aunque los vínculos entre la casta y el mundo
empresarial logran ocultar esto con eficacia;
16)
España, sin soberanía económica, ha
desmantelado así su economía real
en base a los más peregrinos intereses personales de sus políticos de turno. P.
ej.: la implementación del “Nuclear NO
gracias” va parejo al mantra pro-ecologista, cuando sabemos que las
energías renovables sólo pueden cumplir con un 30 % de solvencia de la demanda
energética. Prominentes nombres de la política nacional han participado de esta
filosofía de las “puertas giratorias”: por sus servicios prestados a entidades
privadas, estos políticos han visto colmada su vida laboral postrera con
jugosas nóminas, en verdad obscenas: Acebes (Iberdrola), Aznar (Endesa),
Borrell (Abengoa) o González (Gas Natural Fenosa), entre otros tantos, sólo son
algunos nombres en medio de esta gran tarta de intereses. También la extrema
izquierda y la coartada moral de la oligarquía nacional laboran en semejante
tarea cual aliados fieles;
17)
Se llega
así a la conclusión de que TODOS LOS PARTIDOS Y LA BANCA TIENEN
INTERESES EN COMÚN;
18)
Una de
las principales amenazas para el Sistema, en este sentido, son las redes
sociales, plataformas vivas en las que la disidencia es posible. Las
noticias censuradas (p. ej.: la actividad en Londres de 250 bandas de
delincuentes inmigrantes que conforman más de 5.000 individuos) son
perseguidas, imponiéndose el PENSAMIENTO ÚNICO, que es cuestión de lenguaje;
19)
La corrupción
del lenguaje resulta así cardinal para modificar esta nueva realidad: el
“aborto” pasa a ser denominado “interrupción voluntaria del embarazo”, etc. El
dominio del lenguaje es esencial para esclerotizar el pensamiento (PALABRAS
POLICÍA): el feminismo y la ideología de género participan de esta corriente (lo personal también es político): el
sufijo -fobia deviene así patología capital para consolidar el avance hacia la
sociedad totalitaria (no confundir con el Estado totalitario); este
totalitarismo no es sino una RELIGIÓN POLÍTICA;
20)
Finalmente,
caminamos hacia la desaparición del Estado, al tiempo que la Banca tiene los días
contados. Sorprendentemente, o no tanto, la pervivencia del Estado sería la
única muralla contra este escenario apocalíptico en el que estamos
inmersos. Al fin y al cabo, el proyecto globalista sólo aspira a fundarse sobre
un nuevo relato de hibridación entre el capitalismo descarnado y la ideología
progre dominante.
Tras terminar su exposición, aplausos prolongados y ronda de preguntas
dieron por terminada la conferencia.
José Antonio Bielsa
Arbiol
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