Llegadas estas fechas todos los años tenemos que escuchar a alguien que nos cuenta que la celebración de la Navidad el 25 de diciembre tiene su origen en fiestas paganas en las que, coincidiendo con el solsticio de invierno, se rendía homenaje a Thor en los países nórdicos o a Saturno en el imperio romano. Además, afirman, la Biblia nunca habla de la fecha del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo.
Para entender la fecha del nacimiento de Jesús es necesario saber que los israelitas tenían 24 clases sacerdotales para entrar en el templo. En concreto, dice el historiador judío Flavio Josefo, en sus “Antigüedades de los Judíos”, libro 7, capítulo 14, párrafo 7, que “David estableció 24 turnos, 16 de la casa de Eleazar y 8 de la casa de Itamar. Ordenó que cada turno debía servir en el ministerio de Dios durante 8 días, de sábado a sábado. Y así fueron distribuidos los turnos en presencia de David, y de Sadoc y Abiatar, sumos sacerdotes y de todos los gobernadores. Y el turno que servía primero era anotado como el primero y así sucesivamente hasta el turno 24” Estos turnos eran 1. Iehoiarib; 2. Iedaías; 3. Jarím; 4. Seorím; 5. Malaquías; 6. Miamím; 7. Hacós; 8. Abías; 9. Iesúa; 10. Secanías; 11. Eliasib; 12. Iaquím; 13. Jupá; 14. Iesebab; 15. Bilgá; 16. Imer; 17. Jezir; 18. Hapisés; 19. Petías; 20. Ezequiel; 21. Iaquín; 22. Gamul; 23. Delaías; 24. Maazías.
Como se ha visto, el turno de Abías era el octavo. Semarjahu Talmón, especialista de la Universidad Hebrea de Jerusalén, precisó la actividad del orden de los 24 turnos estableciendo que el turno de Abías, que ocurría dos veces al año, se realizaba, la primera vez, del 8 al 14 del tercer mes del calendario y la segunda vez del 24 al 30 del octavo mes del calendario. Actualmente, según el calendario solar (el calendario hebreo era lunar), tal segunda vez corresponde, aproximadamente, con los últimos días del mes de septiembre.
Zacarías era sacerdote del turno de Abías y se encontraba en su turno de servicio cuando el ángel del Señor le anunció que su esposa Isabel estaba encinta (Lucas 1:5); así, puede darse por históricamente acertado, o cuando menos muy aproximado, que el 23 de septiembre es la fecha del anuncio a Zacarías (fecha que aún se conserva en el rito bizantino) y, con ella, la concepción de San Juan Bautista, lo que se ajustaría a la conmemoración de su nacimiento por parte de la iglesia católica el día 24 de junio.
Seis meses después de la concepción de San Juan bautista, el Arcángel San Gabriel anunció a La Virgen María la concepción de Nuestro Señor Jesucristo (Lucas 1:26); es por ello que la iglesia celebrar el 25 de marzo como día de La Anunciación.
Si el día 25 de marzo se produjo la concepción de Nuestro Señor Jesucristo, parece lógico que nueve meses después, es decir, el 25 de diciembre, se produjese su nacimiento.
Ciertamente, todas esas fechas pueden tener un pequeño margen de error, pero esa es la razón por la que los cristianos celebramos la Navidad el 25 de diciembre; y nada tienen que ver en ello ciertas tradiciones paganas. Además, es de lógica reconocer que, por nuestras raíces cristianas, tenemos en este aspecto mucha más herencia israelita que nórdica.
Carlos R.
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