Por qué será
que no nos extraña.
El flamante
gabinete recién estrenado de D. Pedro Sánchez inicia su andadura política a la
manera que, desgraciadamente, nos han acostumbrado los políticos de la
democracia, directamente o a través de las caprichosas decisiones de consortes,
parejas de hecho o de deshecho.
Dña. Begoña Gómez,
esposa de D. Pedro Sánchez, acaba de tomar posesión del Palacio de la Moncloa y, como “buena ama
de casa”, ha considerado que los muebles del caserón "son un horror", por lo que
ha decidido cambiarlos, por muebles nuevos por supuesto, para que su familia, y ella misma, puedan desarrollar
sus importantes labores por el bien de nosotros, sus administrados,
convenientemente.
El que podamos "ser guiados con acierto y sosiego hacia los destinos paradisíacos del
socialismo" va a costar al erario público, léase a nosotros, solamente unos
500.000 €, al parecer algo más.
Por otra parte
el mediático Ministro de Cultura, D. Máxim Huerta, fue condenado en 2017, no
hace “nosecuantosaños”, el año pasado,
al pago de 243.000 € por defraudar a Hacienda a través de la sociedad Almaximo Profesionales de la
Imagen SL , sociedad de la que era único accionista y
administrador desde enero de 2006.
Por supuesto “Moncloa ve totalmente solventes las
explicaciones dadas por el ministro Huerta”, también por supuestísimo “Huerta dice que tiene sus
obligaciones al corriente y descarta dimitir al no tener ninguna deuda moral”.
Apuntan maneras, las mismas que han ido desarrollando todos aquellos, casi
todos vamos a decir, que acceden al poder, solo que estos en el estreno, no han
podido esperar siquiera un poquico.
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Tito